Estimados miembros del COI:
Me dirijo a ustedes para solicitarles que Madrid no sea elegida sede olímpica en 2020 y para exponer al Comité Olímpico Internacional (COI) las consideraciones por las que considero que Madrid no debe albergar los JJOO de 2020. Porque aunque el ideal olímpico de participación, hermandad, igualdad, cooperación, juego justo y respeto al medio ambiente impregna todos los discursos oficiales de nuestras autoridades, basta con indagar un poquito para darse cuenta que los JJOO en Madrid, no solo no resolverán los problemas que afronta actualmente la ciudad -tal y como pretenden hacernos creer- sino que los agravará.
Desde la perspectiva económica, el proyecto madrileño no hará sino profundizar la crisis económica que afecta a tantos habitantes de la ciudad de Madrid. Las inversiones todavía pendientes restarán fondos a las ya mermadas partidas públicas dedicadas a gastos sociales, y no harán sino incrementar aún más la deuda pública de nuestra ciudad (la mayor de todas las ciudades españolas); lo que en el futuro llevará a mayores recortes en sanidad y educación que los realizados hasta el momento. De hecho, que los JJOO terminen con unos resultados económicos pésimos para las arcas públicas no es un fenómeno novedoso en la historia de los JJOO, porque como usted bien conocerá, los juegos de Munich (1972) y Montreal (1976) terminaron siendo un desastre financiero, los de Atenas (2004) dispararon el déficit público en Grecia -con un coste final de 3.000 millones más que los inicialmente presupuestados-, y los de Londres (2012) terminaron cuadruplicando el presupuesto estimado en 2005, llegando a alcanzar un coste de 11.600 millones de euros. Son estas mismas razones las que llevaron a que Roma renunciara a su posible candidatura. Una decisión lógica que sin embargo no ha hecho reflexionar a nuestros políticos.
El dinero público presupuestado para las olimpiadas en Madrid asciende actualmente a 1.600 millones de euros, pero con toda seguridad acabara siendo muy superior, tal y como demuestran las instalaciones construidas hasta el momento, como por ejemplo la Caja Mágica que ha terminado costando el doble de lo previsto inicialmente (294 millones de euros) o el Centro Acuático, que actualmente con una única piscina y con las obras paralizadas ha costado 157 millones de euros.
Hasta el momento todas estas instalaciones infrautilizadas solo han servido para beneficiar a las grandes constructoras que se han beneficiado con su construcción a costa de dinero público. Continuar con la construcción de las instalaciones pendientes para albergar a los JJOO, las únicas beneficiadas serán estas mismas constructoras, perpetuando así el mismo modelo de desarrollo basado en la construcción y sustentado por la corrupción política que nos ha llevado a la terrible situación social en la que nos encontramos. Además, los JJOO en Madrid no creará empleo duradero y estable, sino tan solo empleo temporal y precario que se esfumará cuando finalicen los juegos.
La segunda razón por la que no deberían celebrarse los JJOO en Madrid, es que mientras que el espíritu de los JJOO alienta la práctica del deporte, lo que nos encontramos es con una ciudad que da la espalda a que las personas que viven en ella puedan practicar deporte de forma fácil y saludable. Así, Madrid se caracteriza por la gran carestía de instalaciones públicas deportivas, muchas de ellas en mal estado, y otras tantas con intención de ser privatizadas. Es decir que mientras se desmantelan estadios como el de Vallehermoso, por ejemplo, se dedican miles de millones a la construcción de instalaciones cerradas que solo sirven puntualmente a la práctica del deporte elitista y profesional. Como es por ejemplo el caso del estadio de La Peineta, el cual -salvo alguna competición de atletismo- sigue siendo un páramo “infrautilizado y muy costoso de mantener”, según palabras textuales del anterior alcalde Ruiz-Gallardón.
Asimismo, Madrid también se caracteriza por ser una de las capitales europeas con más contaminación atmosférica y donde se rebasan los índices de sustancias contaminantes (ozono, óxidos de nitrógeno y PM10). Durante el pasado verano, por ejemplo, se rebasaron en numerosas ocasiones los límites de ozono por encima de los cuales no es aconsejable realizar esfuerzo físico. Sin embargo, las inversiones realizadas para reducir la contaminación del aire son mínimas, y no es un tema prioritario de la acción de gobierno. De hecho la misma Comisión Europea se ha negado a aceptar a prorrogar solicitada por el Ayuntamiento para cumplir con los valores establecidos en la normativa de la UE, precisamente por no estimar que el Plan aprobado por el gobierno actual resulte creíble para reducir la contaminación. Si de verdad Madrid quisiera ser una ciudad que promoviera el deporte colectivo, lo primero que tendría que hacer es tomarse en serio la contaminación atmosférica que tanto disuade de la práctica del deporte al aire libre por miedo a ver empeorada la salud.
Creo que los motivos expuestos son más que suficientes para solicitarles que no apoyen la celebración de los JJOO en nuestra ciudad.
Atentamente,
Me dirijo a ustedes para solicitarles que Madrid no sea elegida sede olímpica en 2020 y para exponer al Comité Olímpico Internacional (COI) las consideraciones por las que considero que Madrid no debe albergar los JJOO de 2020. Porque aunque el ideal olímpico de participación, hermandad, igualdad, cooperación, juego justo y respeto al medio ambiente impregna todos los discursos oficiales de nuestras autoridades, basta con indagar un poquito para darse cuenta que los JJOO en Madrid, no solo no resolverán los problemas que afronta actualmente la ciudad -tal y como pretenden hacernos creer- sino que los agravará.
Desde la perspectiva económica, el proyecto madrileño no hará sino profundizar la crisis económica que afecta a tantos habitantes de la ciudad de Madrid. Las inversiones todavía pendientes restarán fondos a las ya mermadas partidas públicas dedicadas a gastos sociales, y no harán sino incrementar aún más la deuda pública de nuestra ciudad (la mayor de todas las ciudades españolas); lo que en el futuro llevará a mayores recortes en sanidad y educación que los realizados hasta el momento. De hecho, que los JJOO terminen con unos resultados económicos pésimos para las arcas públicas no es un fenómeno novedoso en la historia de los JJOO, porque como usted bien conocerá, los juegos de Munich (1972) y Montreal (1976) terminaron siendo un desastre financiero, los de Atenas (2004) dispararon el déficit público en Grecia -con un coste final de 3.000 millones más que los inicialmente presupuestados-, y los de Londres (2012) terminaron cuadruplicando el presupuesto estimado en 2005, llegando a alcanzar un coste de 11.600 millones de euros. Son estas mismas razones las que llevaron a que Roma renunciara a su posible candidatura. Una decisión lógica que sin embargo no ha hecho reflexionar a nuestros políticos.
El dinero público presupuestado para las olimpiadas en Madrid asciende actualmente a 1.600 millones de euros, pero con toda seguridad acabara siendo muy superior, tal y como demuestran las instalaciones construidas hasta el momento, como por ejemplo la Caja Mágica que ha terminado costando el doble de lo previsto inicialmente (294 millones de euros) o el Centro Acuático, que actualmente con una única piscina y con las obras paralizadas ha costado 157 millones de euros.
Hasta el momento todas estas instalaciones infrautilizadas solo han servido para beneficiar a las grandes constructoras que se han beneficiado con su construcción a costa de dinero público. Continuar con la construcción de las instalaciones pendientes para albergar a los JJOO, las únicas beneficiadas serán estas mismas constructoras, perpetuando así el mismo modelo de desarrollo basado en la construcción y sustentado por la corrupción política que nos ha llevado a la terrible situación social en la que nos encontramos. Además, los JJOO en Madrid no creará empleo duradero y estable, sino tan solo empleo temporal y precario que se esfumará cuando finalicen los juegos.
La segunda razón por la que no deberían celebrarse los JJOO en Madrid, es que mientras que el espíritu de los JJOO alienta la práctica del deporte, lo que nos encontramos es con una ciudad que da la espalda a que las personas que viven en ella puedan practicar deporte de forma fácil y saludable. Así, Madrid se caracteriza por la gran carestía de instalaciones públicas deportivas, muchas de ellas en mal estado, y otras tantas con intención de ser privatizadas. Es decir que mientras se desmantelan estadios como el de Vallehermoso, por ejemplo, se dedican miles de millones a la construcción de instalaciones cerradas que solo sirven puntualmente a la práctica del deporte elitista y profesional. Como es por ejemplo el caso del estadio de La Peineta, el cual -salvo alguna competición de atletismo- sigue siendo un páramo “infrautilizado y muy costoso de mantener”, según palabras textuales del anterior alcalde Ruiz-Gallardón.
Asimismo, Madrid también se caracteriza por ser una de las capitales europeas con más contaminación atmosférica y donde se rebasan los índices de sustancias contaminantes (ozono, óxidos de nitrógeno y PM10). Durante el pasado verano, por ejemplo, se rebasaron en numerosas ocasiones los límites de ozono por encima de los cuales no es aconsejable realizar esfuerzo físico. Sin embargo, las inversiones realizadas para reducir la contaminación del aire son mínimas, y no es un tema prioritario de la acción de gobierno. De hecho la misma Comisión Europea se ha negado a aceptar a prorrogar solicitada por el Ayuntamiento para cumplir con los valores establecidos en la normativa de la UE, precisamente por no estimar que el Plan aprobado por el gobierno actual resulte creíble para reducir la contaminación. Si de verdad Madrid quisiera ser una ciudad que promoviera el deporte colectivo, lo primero que tendría que hacer es tomarse en serio la contaminación atmosférica que tanto disuade de la práctica del deporte al aire libre por miedo a ver empeorada la salud.
Creo que los motivos expuestos son más que suficientes para solicitarles que no apoyen la celebración de los JJOO en nuestra ciudad.
Atentamente,
Ciberacción: No queremos los JJOO en Madrid en 2020
Más información: Madrid: Jornada deportiva contra los JJOO
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