Vivir en Cospelandia: Hiperrealidad frente a realidad en Cuenca, por Pedro Peinado

Hace unas semanas, el secretario provincial del PP, nos sorprendió con unas declaraciones que el diario Voces de Cuenca resumía de esta manera en su titular: “Desde la llegada de Cospedal Cuenca por fin es prioritaria para un gobierno autonómico”. Sorprendente por no utilizar adjetivo más crítico, pues confirma que los dirigentes, militantes y votantes del PP viven en la realidad que ellos se han creado, huyendo del mundanal ruido y utilizando como mecanismo de defensa la negación de todo aquello que nos sucede al resto de ciudadanos. A ese estado de percepción es al que llamamos hiperrealidad y, resumiendo, consiste en la confusión de la realidad con la fantasía. Una persona que viva en nuestra provincia y no pertenezca a la secta, no podrá refrendar las palabras de Vicente Giménez y se decantará en opinar lo contrario: El cambio de gobierno en Toledo, a Cuenca le ha sentado fatal. Y es que la realidad no conjuga con la visión del político. 
  No es menester listar los perjuicios recibidos por la ciudad y la provincia. Sí recordar algunos: la instalación del cementerio nuclear, el acoso al hospital, la rebaja en la calidad democrática con multas a personas que se manifiestan en la calle o por utilizar un correo electrónico expresando pareceres contrarios a los del gobierno o dejar sin retribución a los diputados, reducir sueldos y despedir funcionarios, cerrar escuelas rurales y un largo etcétera que aumenta desdichadamente con el cierre de los servicios nocturnos de atención médica en diversas cabeceras. Eso es lo que está pasando, lo estamos viendo y lo contamos. 
  Las bondades de la llegada de Cospedal a Toledo quedan resumidas por el diputado, secretario general provincial y alcalde salvacañetero en una única frase: “Tras 28 años de estado de las autonomías, por fin Cuenca está en el centro de la política autonómica y está llegando a ser importante para proyectos de creación de empleo y de desarrollo, que es lo que necesita esta provincia.” 
  No enumera esos proyectos. Se rescinden a una expresión ambigua sin presentar resultados objetivos tras año y medio de gobierno. Así que vuelve a pedírsenos que hagamos acto de fe y soportemos un castigo inmerecido. Los resultados, por ahora, en todas aquellas promesas que se realizaron durante la campaña electoral han sido demostrablemente incumplidos y los indicadores sociales y económicos: las estadísticas de paro, la pérdida de población, de degradación de la sanidad, de la vida de los pacientes, de la masa educativa y de la desaparición de las políticas de bienestar; no certifican las afirmaciones de uno de los políticos con mayor responsabilidad en nuestra provincia. Se produce un desajuste entre la percepción visionaria y el día a día de los conquenses. Y a pesar de los salvajes ajustes, se tienen serias dudas que se cumpla con aquello que es el alma mater de la política del PP, por mandato de Merkel, controlar el déficit regional. 
  La alusión a proyectos de desarrollo venideros gracias a la llegada de la presienta, se rescinde a uno, la instalación de la ATC en Villar de Cañas. Harto es sabido que el cementerio nuclear es la mayor maldición que ha caído sobre nuestra tierra. Su presencia es y será una merma en la imagen de Cuenca, de los productos que desde esta tierra producimos para el mundo, centrados focalmente en los sectores de la agroalimentación y la oferta turística y de toda la industria o comercio auxiliar que generan. Junto a las seculares deficiencias en educación, incomunicación viaria y despoblación, la ATC es el cuarto jinete del Apocalipsis que los conquenses vivimos en la actualidad. Pasó el hambre, pasaron las guerras, las solemnes injusticias, pero han quedado sus resultados y nuestros abuelos, nadie mejor que ellos para contarnos las penurias en las que vivieron y lo que costó elevar un estado de semi bienestar que están dinamitando y no se puede pretender, que no contestemos y consideremos que Cuenca es al fin la agraciada de España, cuando la ATC no tiene ninguna gracia. 
  No convenceré a nuestro diputado. He aludido a secta en el párrafo inicial y lo hago de manera neutra, pues sectario es el comportamiento de nuestros gobernantes en el más estricto sentido de la palabra definida en el RAE en su tercera acepción como “Conjunto de creyentes en una doctrina particular o de fieles a una religión que el hablante considera falsa.” Que nadie se sienta insultado. El hablante considera falsa la doctrina de que la solución a la crisis se halla exclusivamente en la reducción del déficit a costa de nuestros derechos económicos, políticos y sociales y privatizando los sectores públicos. Falsa, dada que las medidas ejercidas no son meramente tecnocráticas, pues nacen inoculadas ideológicamente y sólo pueden imponerse, siguiendo la doctrina de la Teoría del Shock, en situaciones de extrema gravedad, sean estas una guerra, un cataclismo o una crisis económica, como la que atravesamos. Si bien, el PP, ganó la legitimidad de las urnas para ejercer el gobierno de la nación y de la región, con una mayoría indiscutible, cierto es también, que en su programa electoral presentado, no se corresponde a la acción de gobierno, existe un abismo insalvable entre las promesas –Iva, empleo, pensiones, etc. – y las medidas adoptadas. 
  Ahora bien, quizá haga mayor caso a uno de sus compañeros de partido y alcalde de Sisante, Pedro Garde, cuando declara en Radio Azul SER: “Nos tienen totalmente discriminados, marginados, apartados, abandonados y dejados. Aquí nos enteramos de todo por la prensa. Con amigos como éstos no hacen falta enemigos, y se lo digo a la presidenta y a quien se lo tenga que decir”. 
  Fuerte ¿no? El de Sisante ha abandonado la hiperrealidad, si alguna estuvo en ella y coincide con la mayoría despierta de los conquenses. El globo baja y no sube, pues lo hincharon de promesas y no le cosieron los sietes. Verlo subir, sin despegar es cosa de Cuarto Milenio. 
  Entiendo que un honorable alcalde de pueblo, que no está sometido al acta de diputado, ni tiene un cargo de relevancia en el partido, que en su día a día se debe a su pueblo y lo hace voluntariamente y por el bienestar de sus vecinos, tiene más libertad para reconocer lo que es una realidad palpable, de lo que es una visión alejada de ella que nos presentaba el diputado Giménez. Somos la provincia peor tratada de Castilla-La Mancha y, por ende, de España. 
  La entrevista al diputado, secretario general y alcalde Giménez no da para mucho análisis, dada la falta de contenidos mesurables, el abuso de lugares comunes y las respuestas edulcoradas, donde los malos son muy malos y los buenos están iluminados por la fe neoconservadora y podrán arrancar del sueño del olvido a nuestra provincia. Encuentro a faltar concreciones en algo que hace unos años el diputado Jiménez defendió como es la autovía Cuenca-Teruel, medidas contra la despoblación rural, por el desarrollo rural, industrial y estratégico de Cuenca, en fin, algo más que volutas de humo, compromisos para los ayuntamientos como el de Sisante o el mío que no recibe los importes de los convenios subscritos con la junta de comunidades. 
  Hasta que los conquenses no aceptemos nuestra realidad y asumamos que el desarrollo de la provincia está en nuestras manos y no dependen del cuerno de la fortuna nacional o de una varita mágica regional, no seremos capaces de salir de la medianía a la que nos condena la falta de población y nuestro débil peso económico. Carentes de esas dos variables, estamos condenados a una menor representación política e influencia en los centros de decisión, es por la prensa que nos enteramos de las medidas que nos afectan, según palabras del alcalde sisanteño, demostrando que no es cierto que seamos una prioridad para nadie, para serlo, sería necesario un gran pacto consensuado por la población y movilizarnos unitariamente en pos de la provincia, juntos todos los sectores afectados: productivos, sociales, culturales. 
  Lejos de ello, se nos quiere convencer de lo contrario, somos una prioridad para sus intereses, para solucionar sus problemas internos, pero sus prioridades no atienden las necesidades de la provincia, al contrario, la desmoronan. 

Pedro Peinado. 11 de enero de 2013. Serranía de Cuenca.

Imágenes de: http://lovewilltearusaznar.tumblr.com




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