Aquel que no secunde la huelga que luego no venga llorando por los pasillos, por J. David García Serrano

Al principio de la entrada en el poder del Partido Popular era entendible que algún trabajador que hubiera votado a este partido creyera toda la serie de mentiras que utilizaron en su programa electoral para conseguir el voto, pero con los recortes que estamos sufriendo en los servicios públicos no hay excusa que valga para no secundar esta huelga. Está clarísimo que el PP ya tiene las cartas echadas sobre la mesa en cuanto a la privatización de los servicios públicos se refiere. Aquel que todavía no haya abierto los ojos sólo tiene dos opciones:

- La primera es despertar de una vez por todas: ¡Despertar y “luchar en la calle” por nuestros derechos!

- Y la segunda es seguir mirando para otro lado.

  De aquellos que se decanten por esta segunda opción, nos vamos a encontrar con los que son de derechas acérrimos (que si el PP les dice que las monedas son cuadradas se lo van a creer), y los ingenuos que miran para otro lado, porque piensan que a ellos nos les va a tocar. Estos últimos, a parte de insolidarios con los 6000 profesores despedidos en la región, y con las familias más desfavorecidas económicamente para que sus hijos puedan seguir estudiando, son además “ilusos”, porque el deterioro de la enseñanza pública también les va a afectar a ellos cuando se encuentren sin recursos materiales ni económicos en las aulas, cuando se encuentren con clases desbordadas de alumnos con el aumento de ratios y cuando se encuentren con desplazamientos forzosos siendo funcionarios definitivos, incluso a otras provincias. Esto va a ser debido a la poca matriculación de alumnos que va a haber en las escuelas públicas, en las que tan solo van a quedar inmigrantes e hijos de familias humildes que no se van a poder costear los centros privados y concertados, los cuales van a ser los únicos que reciban dotaciones de recursos personales y materiales por parte de los gobiernos.
  Por lo tanto, a todos aquellos que sigan mirando para otro lado mientras el gobierno ataca a la educación pública, a todos aquellos que quieran seguir agachando las orejas y que digan que no se pueden permitir costear una huelga… “muy bien, no secunden ustedes esta huelga”, pero “tengan dignidad” y no vengan luego llorando por los pasillos, cuando el gobierno nos siga recortando y perdamos al año treinta veces más la cantidad de lo que nos cuesta una huelga. Una huelga que puede evitar esta pérdida económica y esta pérdida de derechos de todos los miembros que conforman la comunidad educativa.

José David García Serrano.
Secretario general de la FE.CCOO Cuenca

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